Sanse da luz verde a Cerro del Baile: 3.664 viviendas para reimaginar el norte de Madrid

El nuevo desarrollo urbanístico marcará el mayor crecimiento residencial del municipio en dos décadas

San Sebastián de los Reyes acelera en su apuesta urbanística: tras años de ralentización, la Junta de Gobierno aprueba de forma definitiva la urbanización del sector Cerro del Baile. Con 3.664 viviendas, de las cuales 2.198 estarán protegidas y 1.058 gestionadas por el propio Ayuntamiento, el municipio fija un ambicioso horizonte hacia 2030, con la promesa de redefinir el acceso a la vivienda y consolidarse como capital del norte metropolitano.

El proyecto, contemplado desde 2001 en el Plan General de Ordenación Urbana, se desbloquea tras más de dos décadas de espera, pasos administrativos y debates sociales. El Ayuntamiento da así un paso firme con la aprobación de la reparcelación y la posterior urbanización de este enclave estratégico, situado entre la autovía A-1 y el desarrollo residencial de Tempranales.

Según el concejal de Urbanismo, Diego Domingo García, “este paso consigue que cada parcela se adapte al plan y permite identificar a los titulares de cara a las futuras promociones”, una declaración que confirma que los suelos ya tienen la trazabilidad y marco legal necesarios para avanzar con seguridad.

El desarrollo supondrá un importante crecimiento demográfico y urbano: 3.664 viviendas, de las cuales más de 3.200 serán de protección oficial y 1.058 estarán directamente gestionadas por el Consistorio, una cifra inédita en la Comunidad de Madrid en cuanto a vivienda pública gestionada desde lo municipal.

A esto se suman zonas verdes que alcanzarán casi 300.000 metros cuadrados, con más de 8.000 árboles autóctonos, fluviales y urbanos, además de equipamientos dotacionales, zonas comerciales y una red de transporte que aspira a integrarse con la movilidad del norte de Madrid.

El calendario oficial proyecta la finalización de las obras de urbanización para el verano de 2027, si se cumple lo previsto, aunque las primeras promociones de viviendas no comenzarían a construirse hasta entonces. Con este escenario, las primeras llaves no llegarán a manos de los vecinos antes de finales de 2029 o comienzos de 2030.

La estrategia es ambiciosa: vivienda asequible, expansión planificada y protagonismo público. El Ayuntamiento mantiene el control sobre más de mil viviendas, lo que le permite no solo incidir en los precios y el acceso, sino también garantizar modelos residenciales sociales, en régimen de alquiler y pensados para jóvenes, familias numerosas o personas mayores.

Una apuesta pública sin precedentes en la zona norte

La gestión directa de más de un millar de viviendas por parte del Ayuntamiento representa una fórmula poco habitual en el desarrollo urbanístico madrileño. En lugar de limitarse a ceder suelo, el Consistorio asume un papel protagónico, reforzando el parque público de vivienda con una estrategia que busca impactar en el acceso real, no solo en el volumen de obra construida.

Esta medida permitirá también regular precios, atender a colectivos vulnerables y construir un tejido vecinal más cohesionado y diverso desde el inicio del nuevo barrio.

Ecologistas y oposición denuncian el impacto ambiental del proyecto

Pero no todo ha sido consenso. La aprobación del desarrollo ha provocado críticas de grupos ecologistas como Dehesa Viva y de partidos de la oposición, como Más Madrid, que denuncian la pérdida de biodiversidad y la ocupación de una zona que funciona como “pulmón natural” del municipio.

Desde las plataformas vecinales se ha alertado del impacto sobre el entorno del arroyo Valconejero y de la fragmentación de corredores ecológicos.

En paralelo, el Ayuntamiento ha tenido que emitir advertencias ante intentos de fraude inmobiliario. Al tratarse hasta ahora de suelos sin licencia, cualquier oferta de venta, reserva o alquiler era “ajena a la legalidad”, lo que ha obligado al consistorio a recordar a la ciudadanía que solo las promociones autorizadas en fases posteriores tendrán validez jurídica.

Con esta aprobación definitiva, esas dudas comienzan a despejarse.

A nivel político, el equipo de Gobierno ha presentado el proyecto como una solución real a la creciente demanda de vivienda, en un municipio que ha visto dispararse los precios de compra y alquiler en la última década.

“Cerro del Baile consolidará a San Sebastián de los Reyes como la capital del norte de Madrid”, afirma el concejal García, convencido de que este desarrollo será el eje sobre el que gire el futuro crecimiento económico, residencial y urbano de la ciudad.

Su cercanía a zonas comerciales como The Style Outlets, al hospital Infanta Sofía o a instalaciones deportivas como la Dehesa Boyal, lo sitúan en una posición privilegiada.

Las claves a vigilar serán la ejecución en plazo de las obras de urbanización, la gestión transparente de las promociones públicas, el respeto a las zonas medioambientales colindantes y la garantía de que la vivienda protegida no acabe en manos especulativas.

El reto es tan grande como su potencial. Si Sanse consigue equilibrar expansión y sostenibilidad, atención social y planificación urbanística rigurosa, Cerro del Baile no será solo un nuevo barrio: será un modelo de ciudad pensada para las personas.

En la tierra donde el futuro parecía estar en barbecho, comienzan a trazarse los caminos del mañana.

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