Ecologistas en Acción lanza una plataforma contra el ladrillo en Valdelatas y la Dehesa Boyal

La resistencia al cemento ha tomado forma en el norte de Madrid. Ecologistas en Acción ha anunciado el nacimiento de “Alco-Sanse”, una nueva plataforma ciudadana que nace con un objetivo claro: frenar los desarrollos urbanísticos de Cerro del Baile y Los Carriles, dos proyectos que, según denuncian, suponen una amenaza directa para el Monte de Valdelatas y la Dehesa Boyal.

Detrás de este movimiento se articula una agenda mucho más amplia. “Queremos construir un modelo de ciudad más sostenible, más verde y más justo para todos”, explican desde la organización. A través de esta red local, se movilizarán en defensa de los espacios naturales, la vivienda digna y la movilidad sostenible. También lucharán contra el maltrato animal y promoverán políticas públicas más respetuosas con el entorno.

Más allá del ladrillo: naturaleza, vivienda y justicia climática

El detonante ha sido el avance de los macroproyectos urbanísticos que llevan años generando polémica en ambos municipios. Los Carriles, en Alcobendas, y Cerro del Baile, en San Sebastián de los Reyes, contemplan la creación de miles de nuevas viviendas en zonas cercanas a enclaves naturales protegidos, lo que, según Ecologistas en Acción, “pone en peligro un equilibrio ya muy frágil entre el crecimiento urbano y el respeto medioambiental”.

La plataforma “Alco-Sanse” aspira a convertirse en altavoz de quienes, más allá del ecologismo, también denuncian la escalada de precios de la vivienda, la falta de zonas verdes y la progresiva desaparición del entorno natural.

“No estamos en contra del progreso, estamos en contra de repetir errores del pasado”, señalan en su manifiesto. Por eso, invitan a los vecinos a implicarse en las campañas que comenzarán a organizarse en los próximos días, desde acciones informativas a movilizaciones y alegaciones legales.

La iniciativa llega en un momento clave, con elecciones municipales aún recientes, planes de ordenación urbana abiertos y una ciudadanía cada vez más sensibilizada ante la pérdida de calidad ambiental en las ciudades.