El mercado itinerante de productos locales regresa al norte para acercar el campo a los vecinos

Con olor a queso curado, pan artesano y fruta fresca, La Despensa de Madrid desplegó sus carpas este lunes en San Sebastián de los Reyes. Esta iniciativa de la Comunidad de Madrid, que celebra ya su decimotercera edición, convierte plazas y paseos de la región en mercados efímeros donde el producto local es protagonista.

El arranque en Sanse reunió a más de veinte productores madrileños, que ofrecieron desde embutidos y miel hasta vinos, verduras ecológicas y repostería casera. Todo ello bajo una filosofía común: promover el consumo de cercanía y poner rostro al agricultor o ganadero que hay tras cada alimento.

«Este tipo de iniciativas ayudan a que la gente valore lo que tenemos aquí cerca, que muchas veces es de una calidad excelente», cuenta Julia Camuñas, apicultora de la Sierra del Rincón, mientras sirve degustaciones de su miel de brezo. «Además, podemos contar directamente nuestro trabajo, sin intermediarios ni etiquetas confusas».

Del campo a la mesa, sin rodeos

La Despensa de Madrid no es un mercado más: es una experiencia de conexión entre productor y consumidor. «Es importante saber de dónde viene lo que comemos. Y si encima ayudamos a la economía local, mejor todavía», asegura Carlos Paredes, vecino de Sanse que aprovechó para llenar su bolsa de tomates, pan y queso curado.

Junto a la oferta gastronómica, algunas carpas incluyeron información sobre agricultura ecológica, talleres infantiles y espacios de concienciación ambiental. El objetivo, según la organización, es convertir la compra en un acto responsable, informado y disfrutable.

La ruta continuará en los próximos fines de semana por otros municipios del norte como Pedrezuela, Paracuellos de Jarama y El Molar, entre otros. En cada parada, los visitantes podrán descubrir nuevos productos de temporada, conocer tradiciones rurales y probar sabores con sello madrileño.

«Cada vez más gente quiere comer bien y saber a quién está apoyando cuando compra», explican desde la organización. «La despensa está aquí, a unos pocos kilómetros. Solo hay que venir a probarla».

La Sierra madrileña, una vez más, se sirve en bandeja.