El festival solidario llenó de música y solidaridad la Plaza del Pueblo este fin de semana

La plaza del pueblo de Manzanares El Real se convirtió este pasado sábado 26 de julio en un escenario vibrante con la celebración del XVII Festival Pedriza Rock, una cita ya clásica en el calendario estival de la Sierra madrileña que volvió a combinar música en directo, ambiente familiar y solidaridad.

El evento, de entrada gratuita, comenzó a partir de las 20:00 horas y tuvo como protagonistas a bandas como La Leñera, grupo tributo a Leño; Impactrones, con su potente mezcla de rock y funk; y The Rambling Tones, que pusieron el broche con versiones clásicas del rock internacional.

Pero más allá del escenario, el festival destacó por su componente social: durante toda la velada, los asistentes pudieron intercambiar camisetas usadas por productos alimentarios básicos, que fueron donados al Banco de Alimentos. «Queremos que la música también sirva para ayudar», explicaba la organización. «Cada camiseta puede transformarse en una comida para alguien que la necesita».

Rock con corazón social

Desde sus inicios, Pedriza Rock ha buscado ser más que un festival. «Nació como una pequeña iniciativa vecinal y hoy es un punto de encuentro para todos los que amamos la música y creemos en el poder de la solidaridad», afirmaba Jorge López, vecino y colaborador habitual. «Aquí no solo vienes a disfrutar: también te llevas la sensación de haber aportado algo bueno».

El Ayuntamiento de Manzanares El Real respaldó esta iniciativa, que en ediciones anteriores ha logrado recolectar cientos de kilos de alimentos y prendas. «Estamos orgullosos de acoger un evento que representa los valores de nuestra comunidad: cultura, colaboración y conciencia social», señaló la concejala de Cultura, Sara Morales.

Este año, además, se instalaron puestos de comida local y una pequeña feria de artesanía, convirtiendo la plaza en un auténtico festival de verano al aire libre.

«Trae tu camiseta vieja, tu sonrisa y tus ganas de bailar. Nosotros ponemos la música y el corazón», invitaban desde la organización.

El rock solidario volvió a sonar en la Sierra. Y lo hizo, como siempre, para quedarse.