Una inversión histórica para eliminar grafitis en fachadas privadas y devolver la dignidad a los barrios más afectados

San Sebastián de los Reyes ha decidido plantarse. La ciudad del norte madrileño pone en marcha una de las campañas más ambiciosas de los últimos años con un objetivo claro: borrar las huellas del vandalismo que ensucian paredes, fachadas y la imagen de toda una comunidad. Con una inversión de 150.000 euros, el Ayuntamiento ha lanzado un plan de choque contra los grafitis ilegales que arrancará en Dehesa Vieja y Los Arroyos, dos de los barrios más afectados por estas pintadas.

No es solo una cuestión estética. La lucha contra los grafitis no autorizados es también una apuesta por la convivencia, por la seguridad y por el derecho de los vecinos a vivir en un entorno cuidado. “Queremos recuperar la ciudad para los ciudadanos, y devolver el respeto a los espacios comunes”, apuntan desde el consistorio. Y esta vez, la ofensiva va en serio.

Más allá del spray

La campaña no se limita a la limpieza. La Policía Local ha activado un nuevo protocolo específico, con patrullas reforzadas y mecanismos de vigilancia para identificar a los autores de las pintadas. Ya se han detectado responsables de más de 100 grafitis ilegales, a quienes se les aplicarán sanciones tanto penales como administrativas.

Además, la actuación municipal contempla una primera fase en la que se actuará solo en fachadas privadas cuyos propietarios lo soliciten formalmente. Posteriormente, se intervendrá de forma más amplia en espacios públicos y otras zonas vulnerables de la ciudad. El objetivo es claro: atacar el problema desde el origen, con planificación, firmeza y respuesta rápida.

Diego Domingo García, teniente de alcalde, lo tiene claro: “Esta es una de las campañas más ambiciosas de nuestro mandato. Queremos devolver la limpieza, la seguridad y el orgullo a nuestras calles. San Sebastián de los Reyes merece un entorno urbano limpio y respetado”.

Y es que cada grafiti eliminado es también un mensaje: aquí no hay espacio para el deterioro, aquí se cuida lo que es de todos. Porque lo que empieza como una pintada aislada puede acabar convirtiéndose en abandono, y eso es precisamente lo que esta campaña quiere evitar.

Sanse no solo limpia paredes. Limpia también el relato urbano de una ciudad que no se conforma.